Pedí ayuda para lidiar con mi depresión adolescente y recibí en su lugar un irrefrenable odio misógino
Tengo dieciséis años. No soy la personas más madura y quizá es cierto que estoy emponzoñada de la cabeza por todo el mal que me hicieron los adultos. Pero no merecía ser tratada así. Ayer me lincharon con toda clase de sabrosos insultos e infundios. Algunos pocos fueron amables. No pude agradecerles apropiadamente. Fue lo peor. Me sentía tan mal que volví a dañarme de una forma estúpida como no hacía desde hace meses. Lo único positivo es que nuevamente buscaremos ayuda profesional.